El ex Soda presentó su disco «Ahí vamos» en Buenos Aires. La crónica de Adrián Mouján, para Agencia Télam.

foto: Soledad Aznarez
foto: Germán Saez
www.cerati.com
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Gustavo Cerati ratificó ante el público argentino su regreso a la canción rockera al concretar la presentación de «Ahí vamos» su nuevo disco en el que retoma sus vínculos más fuertes con el sonido pop-rock.

«Pero en mi corazón todavía queda tanto por decir, que no me voy, me quedo aquí», reza el estribillo de «Me quedo aquí», una canción de «Ahí vamos» el último disco de Cerati.

El ex Soda interpretó estas líneas al promediar su show de anoche en el estadio Obras -en la primera de cinco presentaciones en el «templo del rock»- y no en vano fueron elegidas porque la canción tiene un significado muy especial, ya que se trata del regreso de un artista a sus fuentes.

Uno de los músicos más talentosos de los ’80 y ’90 resolvió quedarse o tal vez volver al rock desde su excursión a las embravecidas aguas electrónicas que poco resultado le dieron.

Por esa razón, Cerati decidió para este tramo de su carrera darle un lugar preponderante a la canción, al pop-rock que lo vio brillar y que lo tiene, todavía, entre sus representantes más iluminados.

Siguiendo esa estrategia de bucear nuevamente en tiempos rockeros Cerati armó una banda con marineros de primera línea como Richard Coleman en guitarra y coros, Fernando Samalea en batería, Fernando Nalé en bajo y Leandro Frescó en teclados y sintetizadores.

Cerati buscó a su viejo amigo y socio en Fricción, Richard Coleman, para darle una impronta más rockera, más sónica a su nueva etapa y buscó a un baterista emblemático del rock argento de los ’80.

Y desde el vamos, el show marcó un regreso a la música más fuerte, porque a partir de «Al fin sucede» que abre su nuevo disco, Cerati conmovió a la gente, que cantó las primeras estrofas.

En esta «reconciliación» con su pasado, Cerati se permitió tocar su flamante producción completa e incluir 4 canciones de Soda Stereo y «Avenida Alcorta» de «Amor Amarillo», además de los hits de «Bocanada» y «Siempre es hoy».

Vestido como un guerrero de un futuro apocalíptico, en un look Mad Max, Cerati se apropió del escenario con una cuidada puesta en escena -fiel a su estilo- en la que resaltaron seis pequeñas pantallas que emitían todo tipo de videos.

El ex Soda interpretó por primera vez «La excepción», «Uno entre 1000», «Adiós», «Bomba de Tiempo» y «Caravana», todas del nuevo disco, que mostraron una excelente comunión de la banda en su faceta rockera.

Y la familia de los 80 que forman Cerati-Coleman-Samalea se vio aumentada por Tweety González que subió a intepretar el piano en «Ecos», una joya sónica de «Nada Personal», el segundo disco de Soda.

Y «Ecos» llenó vacíos en la noche de Obras con su repaso por el Soda más ajeño y el más caro para el público, que reclamó a Soda, a lo que Cerati respondió, cada vez más incrédulo, «que nunca es como la primera vez».

La incorporación de Coleman le dio a Cerati el respaldo necesario en voces, también le permitió soltarse con su guitarra, que anoche tuvo una jornada mágica, pero además le dio a la banda una impronta sónica y funky más que necesaria.

Por eso Cerati aprovechó la presencia de su amigo para imprimirle a canciones como «Bomba de tiempo» y «Caravana» un aire de super-disco-funky, que convirtió a Obras en una disco a pulsión humana.

Y en la etapa más «noise», qué mejor que revisitar «Dynamo», el disco sónico por excelencia del rock argentino, y del que Cerati extrajo ayer «Toma la ruta» que brilló como nunca por la impronta que le dio la banda.

Luego, los dos guitarristas se colgaron sendas acústicas y demostraron su sapiencia con «Engaña» de «Bocanada» y «Te para tres» de «Canción Animal», otro clásico de Soda.

El cierre del primer segmento del show fue para «Lago en el cielo», la canción del disco nuevo con la mejor letra, con una lírica que vincula a Cerati con Luis Alberto Spinetta, y que el ex Soda cerró con un solo envolvente.

Para los bises, Cerati la emprendió con el hit de «Ahí vamos», la balada «Crimen», otra vez con Tweety González en piano, en la que demostró por qué es una de las mejores voces del rock local.

En «Paseo inmoral» de las mejores canciones de su carrera solista, Cerati rescató de su ADN musical acordes de «Postcrucificción» de Pescado Rabioso, para cerrarla con el estribillo de «The Jean Genie», hit de «Aladdin Sane», clásico de David Bowie.

Tras ese homenaje, Soda metió la cola de nuevo y Cerati entregó una poderosa versión de «Prófugos», clásico de «Signos» con Tweety tocando el pianito Roland hasta el final, ante la ovación de la gente.

Soda siguió presente de la mano de «Planta» del disco «Sueño Stereo», en la que Cerati y Coleman le dieron rienda suelta a sus dedos en los diapasones de sus guitarras.

Ni hablar de la versión de «Puente» en la que sobre el final Cerati detuvo a la banda para darle al público, «las gracias por venir».

«Jugo de Luna», otra canción del nuevo CD cerró el show con el regalo de los acordes de «Azulado» hit de los ’80 compuesto por Cerati y Coleman.

Fuente ROCK