Murió el 29 de noviembre de 2001. Fue un guitarrista sensible y un compositor notable. Escribió canciones maravillosas como Something, Here comes the sun y While My Guitar Gently Weeps. Como solista, hizo clásicos a la altura de My sweet lord y Give me love.
La segunda mitad de 2001 fue nefasta. Entre la caída de las Torres Gemelas el 11-S y el estallido en Argentina del 20 de diciembre de 2001, existió otro acontecimiento penoso: la muerte de George Harrison, el 29 de noviembre de ese año. Pocos días después, Spinetta tributaba en Obras a su admirado músico con el cover de Don`t bother me.
Este miércoles se cumplen cinco años de la muerte de George Harrison, quien le dio inspiradísimas canciones a Los Beatles y le aportó influencias musicales de la India. «Mi padre no tenía miedo de morir», contó Dhani, hijo de Harrison, poco después de que el guitarrista, el Beatle más joven, falleciera víctima de cáncer de pulmón.
En la biografía Here Comes The Sun, el escritor Joshua M. Greene dijo que después que le diagnosticaran cáncer de pulmón con metástasis «George se trasladó con un jet a toda su familia a Varanasi, en India, donde se bañó en el Ganges, una práctica tradicional en alguien que se prepara para la muerte».
Harrison fue a la misma escuela primaria que John Lennon, la Dovedale Infants, y después pasó al Instituto Liverpool, donde conoció a Paul McCartney. Empezó a tocar la guitarra a los trece años, y la primera que tuvo, fue un regalo que le hizo su madre cuando él estaba con gripe en la cama. Fue McCartney quien lo invitó a formar parte de los Quarrymen, a los 14 años, una banda que luego se transformaría en Los Beatles, banda viajó a Hamburgo donde tuvo diversos contratiempos para tocar porque Harrison era menor de edad.
Con Los Beatles en pleno apogeo, Harrison conoció a su primera mujer, Pattie Boyd, en la grabación de A Hard Day’s Night. Tras muchos años, ella se fue con su amigo Eric Clapton, quien compuso Layla, basado en ese amor. Fueron Ravi Shankar y el Maharishi Mahesh Yogi quienes involucraron a George en el yoga, el Hare Krishna y la meditación trascendental.
Tras la separación de Los Beatles, Harrison fue considerado también uno de los precursores de la música electrónica, a raíz de su trabajo Electronic Sounds, previo a su salida de la banda de Liverpool. Uno de los sucesos musicales tras la separación del cuarteto fue el álbum All things must past, que incluía la canción My sweet Lord, y posteriormente impulsó el benéfico Concierto para Bangladesh.
En 1977 conoció a Olivia Trinidad Arias, con quien tuvo un hijo (Dhani) y se casó posteriormente. Desde entonces comenzó una racha de discos que, aunque sin ser éxitos de ventas, mostraba a un Harrison relajado e inspirado en títulos como 33 1/3, George Harrison, Somewhere in England y Cloud Nine. En la década del ’80, como copropietario de la compañía Hand Made Films, ayudó a hacer películas como La vida de Brian, del grupo Monty Python.
A principios de los ’90, Harrison se sumó a la banda Traveling Wilburys junto a sus amigos Bob Dylan, Tom Petty, Jeff Lynne y Roy Orbison, con los que editó dos muy buenos álbumes. Aunque por esa época su más importante colaboración lo reunió nuevamente con sus colegas McCartney y Starr, cuando se editaron tres discos dobles y un documental acerca de Los Beatles, conocido como Antologhy.
Harrison trabajaba en una nueva placa solista cuando falleció a causa de cáncer pulmonar el 29 de noviembre de 2001 en la ciudad de Los Angeles. El disco salió post mortem: se llamó Brainwashed. Con su muerte, miles de flores y tarjetas llegaron hasta los estudios de Abbey Road en Londres, mientras que la bandera británica se mantuvo a media asta en los principales edificios de Liverpool como tributo a Harrison.
Harrison fue conocido como el “Beatle silencioso” por su perfil bajo. Sin embargo, el productor de Los Beatles, George Martin, reconoció tras su muerte que para él había sido «el Beatle más fuerte». Frank Sinatra, que no simpatizaba demasiado con Los Beatles, llegó a grabar una canción del grupo: Something, de Harrison. «La canción de amor más bella de los últimos 50 años», la definió con sabiduría George Martin.