En una velada de temperatura agobiante, el grupo sorprendió con una puesta elaborada y buen sonido. Un show que comienza con la no aparición de los músicos en escena. Sólo se ve un cortinado blanco que cubre el escenario por todos sus lados, un rectángulo perfecto. Adentro: Babasónicos, como muñecos en una caja de zapatillas. Afuera: el Luna Park repleto y eufórico, al vapor de la temperatura ambiente más alta que tuvo Buenos Aires el viernes 15 a las 21.

Suena «Falsario» y empiezan a verse las difusas siluetas del grupo, hasta que los hermanos Rodríguez se asoman y hacen caritas frente a las primeras filas. El biombo de tiras blancas asciende por el momento. Volverá a bajar y a subir varias veces, tomando un lugar o color diferente en cada momento de la velada (claro, flashearon con Daft Punk en el BUE).
Musicalmente, la banda no quedó por detrás de su efectiva puesta.

Fue su recital porteño que mejor sonó en un buen tiempo. Como suele suceder, se extrañaron canciones pero no faltó ninguna, sobre todo de Anoche. Entre los temas fuera de agenda estuvieron «Desfachatados» y «Calmado matamos al venado». Esos y el resto sonaron perfecto pero… Dárgelos, que se vistió por demás, se dio cuenta: «¡Que calor hace!, me derrito».

Fuente: RSLA