Treinta bandas independientes, consagradas y clásicas de Mendoza, con Carajo, Botafogo y El Bordo como invitados, reunieron a más de 12 mil jóvenes. La crónica de Pablo Pereyra, para Los Andes.
Publicado en Diario Los Andes (Mendoza)
El domingo cerró la segunda edición del MendoRock, el evento anual en el que las bandas mendocinas, en este caso 30, ofrecen sus canciones al gran público. La excusa sirvió para disfrutar de nuevas propuestas venidas de los departamentos, volver a escuchar bandas clásicas y consagradas y emocionarse con el regreso de Los Alfajores de la Pampa Seca, en lo que será recordado como uno de los recitales del año.
Conducido por Marcelo Sisso y Julián Chavert, la edición 2007 fue una fiesta de convivencias. El público (se calculan 4 mil espectadores por noche), compuesto en su mayoría por adolescentes, fue el protagonista indiscutido del festival que, abierto a escuchar las más variadas estéticas, respetó géneros disímiles y se animó a recibir bandas nuevas a pesar de la ecléctica programación de artistas, sin ningún tipo de incidentes.
El festival también ayudó a que se reuniera dinero para operar la médula ósea de Ariadna Figuero, la nena de 2 años que padece talasemia.
Rock de hoy
El viernes, Carajo cerró la noche con Miguel Botafogo Vilanova como invitado especial quien, detrás de bambalinas, observó con orgullo cómo su hijo Andrés, voz y bajo de la banda, hacía vibrar al público con sus ráfagas de energía rockera. Antes, el intenso power trío Chancho Va, el impecable heavy metal de Arcángel y el punk refinado de Fuera de Tiempo, demostraron con sus cuidadas propuestas, por qué son las bandas que más han crecido en estos últimos cinco años a nivel nacional. Más temprano, las bandas La Vena, Goonies (con material de su placa “Aún queda mucho”), los recién llegados de Numen, Umea, Hugonotes y Rito, fueron un ejemplo de estéticas contrastadas y nuevas búsquedas en el sonido.
Regresos esperados
El sábado fue una noche para la nostalgia y el reencuentro. Tres décadas y dos generaciones de público estuvieron presentes. La programación pareció retroceder en el tiempo: comenzaron dos bandas nuevas: Ida La Vieja, y los chicos de Maipú Don Guorry, que resultaron propuestas refrescantes por sus letras y su puesta en escena. La canción “Mendutronic”, de los maipucinos, es sin duda un éxito. Luego, Ultramandaco, Bokanegra y Peter Júpiter, aunque con inclinaciones musicales diferentes, dieron lecciones de profesionalismo por su capacidad de llegar al público y sus canciones estudiadas.
A la colorida parafernalia de los iniciáticos Los Coholins, que fusionó géneros fiesteros con mucho ruido y pocas nueces y que desconcertó y fascinó, por igual, a los espectadores, le siguieron los veteranos de Alcohol Etílico con sus canciones sin tiempo. La banda de Dimi Bass ofreció una demostración de sobriedad y estilo. Canciones como “Soy como un indio”, con los rappers de Suriken, “Una noche de aquellas”, “Lamento boliviano”, “Rocas en mi mente”, entre otras, fueron pruebas de su vigencia.
La Cofradía de la Flor Solar, fiel a su estilo, movió los cimientos con sus poderosas canciones. A Morcy Requena, un zorro showman que no pierde las mañas y a sus chicos, les resultó fácil demostrar por qué, luego de 40 años, siguen sonando mejor que nunca. Durante su repertorio, adelantaron que el 14 de abril presentarán un nuevo disco en el teatro Independencia. Aplausos para su versión XL de “Rock de la plaza”, entre otras siete canciones demoledoras de buen gusto clásico.
Pasadas las 23.30, Parió La Choca subió al escenario. El carismático líder, PP Cambría y sus orquesta al estilo Kusturica, hizo bailar al público, los movió de aquí para allá y festejaron con canciones. Temas como “Ska del mar” y “Cumbia del tomero”, ya son clásicos del público. Finalmente, el momento esperado por gran parte de los espectadores llegó: Los Alfajores de la Pampa Seca cerraron la noche. Bonelli, Fiat, Lucero y Casciani estaban contentos. En la platea se encontraban sus familiares y amigos íntimos y seguidores fieles que disfrutaron las canciones con emoción, una emoción que se transmitió también en el escenario y en la música. Temas como “Obviamente”, “Buenos momentos”, “Una cosa”, “Cosa de negros”, el blues “Mala memoria” y “El viejo” y “Ruta 66”, ambas de Pappo, no tuvieron desperdicio.
Al borde
El domingo, las sorpresas empezaron temprano. La banda Sol de Noche, que abrió la última jornada resultó un hallazgo por la calidad de sus canciones. Le siguieron Talus, Tres Gatos y Tolueno. Mientras atardecía, sus canciones fueron calentando el ambiente y el ánimo de la platea. Con Laforá, cuyo tema “Solo, solo”, va en camino a convertirse en un hit, y La Vaina de Shuan, el estado de ánimo rockero terminó por definirse cayendo en favor de la calidad. Luego, las últimas tres bandas mendocinas expresaron todo su poder: Vieja Cepa, en su primer MendoRock, treparon alto en el estado de ánimo de la gente con “Saltando al vacío”, “De pena y dolor”, “El gran romántico”, entre otras, material contundente que estos alvearenses radicados en Buenos Aires ya probaron a nivel nacional. Mercuriales, elegantes y posicionados, los Bela Lugosi desembarcaron luego con “No quiero volver”, “Mala semilla”, “Me gusta el rey”, entre otros clásicos.
Luego, el rock dio lugar a la fusión de estilos latinoamericanos con Hormigas Negras, la banda de La Consulta que tiene muchos seguidores y que pertenece a una estirpe eufórica, circense y orquestal de una nueva generación de bandas. “Morena”,”Tercer mundo”, “El mañanero”, entre otros temas ya consagrados, hicieron saltar y bailar a los presentes. Al finalizar, el cierre presentó a una agrupación que se las trae: El Bordo, que resumió en poco más de media hora, sus tres discos editados. Con seguidores mendocinos que corearon sus estribillos, la banda liderada por los hermanos Kurz, dio muestra de su ascendente carrera. Aunque con un estilo que fusiona rasgos de La Renga y Los Piojos, El Bordo demostró su carga personal con canciones de sus tres discos “En la vereda del frente”, “Carnaval de las heridas” y “El grito en el viento”. La banda, que comenzó como un experimento de colegiales y que ahora tiene fecha en Cosquín, está compuesta por Añle Kurz en voz y guitarra; Diego Kurz en guitarra y coros; Exequiel “Negro” Puga en percusión; Leo Kohon en armónica; Miguel Soifer en batería y percusión; Pablo Spivak en bajo y Sebastián Notte en saxo.
En síntesis: por fusionar clínicas para público, músicos y periodistas, por el estreno del documental “Mendoza rock”, por la agenda de bandas que representó los más federalistas intereses provinciales, por la camaradería compartida por músicos de diferentes vertientes, por el comportamiento de 12 mil espectadores y por la notoria producción (puntualidad, sonido, seguridad, organización), el MendoRock 2007 se aseguró su posición como uno de los grandes festivales del año.