Lamento por quienes quieran leer el comentario sobre el gran show que Divididos dio en el Quilmes Rock. Pero la noticia es otra. Sobre el final del set, Mollo, Arnedo y Catriel amagaron con los primeros acordes de Next Week. “Señales de humo”, dijo Mollo y ahí nomás se dio lo que tantos añoraban: La Reunión.

Daffunchio, Sokol, Superman Troglio y Pettinato se sumaron al escenario y una ovación hizo cimbrar el estadio de pies a cabeza. Una estampida de gente intentando avanzar hacia delante, como si hubiera algún espacio disponible. Cientos de celulares, por primera vez en la noche, comenzaban a registrar el momento histórico. Algún cabildeo de los músicos, pero los acordes iniciales de Crua Chan disipan toda duda: Sumo está de vuelta sobre un escenario.

La gente salta, al igual que Sokol y Daffunchio sobre el escenario. Mollo comanda y Superman marca desde su batería el inicio de Divididos por la Felicidad; Gillespie y su trompeta acompañan a Pettinato. Hoy, en el primer día, se acaba de vivir una de las sensaciones más grossas de todo el festival, sin dudas. El final llega con Debedé y el delirio se completa, con un público conciente de que está frente a un momento histórico; el más importante del rock nacional de los últimos años.

Seguir escribiendo lleva a redundar en adjetivaciones que no llegarán a describir con exactitud lo que bajaba del escenario. Un avión sobrevuela el Monumental. Imagino los pasajeros mirando por la ventanita como siete tipos tocan canciones de Sumo. No saben lo que se perdieron.

Fuente: FM ROCK & POP