Rock.com – En los estudios Del Abasto y en su quinta de Paso del Rey, Los Piojos cocinaron y grabaron su nuevo disco. El sueño de Andrés Ciro con Manu Chao y los retratos de la intimidad de la banda. La nota de Humphrey Inzillo, para la Rolling Stone.

Andrés Ciro sueña con Manu Chao. Zoom in a la mente del cantante. La escena transcurre en un asado, y si el asado es soñado, es un asado con tutti gli fiocchi. Mantel y paneras de plástico de colores, tinto y sifón, morcilla fría y ensalada de radicheta y ajo; provoleta, matrimonio, trilogía de achuras, limón y chimichurri; entraña, vacío, asado y pechito de cerdo; fritas a la provenzal. Pero lo que importa en el sueño no es el asado, es la presencia de Manu, que tiene una guitarra y le está mostrando una canción a su padre. Entonces Andrés se acerca y le pide permiso a Manu para sumarse a la escucha con su padre. Se va formando la ronda: los Chao comparten música y faso con los Ciro. Zoom out.

Andrés se despierta con la melodía de Manu en la cabeza y la graba al toque en su teléfono celular. (A propósito, el sello de Los Piojos, El Farolito, edita en septiembre La Radiolina, lo nuevo de Chao). Cuando está bien despierto, cuela parte de una letra escrita previamente, y así, en caliente y recién levantado, redondea «Civilización», la canción que le da nombre al nuevo disco de Los Piojos, el primero que lanzan en cuatro años.


«Civilización», el esperado nuevo disco del grupo de El Palomar, tendrá doce o trece temas. Entre ellos, el propio Ciro destaca el funk «Un manjar», «Basta de penas» –una cruza de murga y música africana– y «Pacífico», que combina cadencias tangueras con energía punk. ¿Otras canciones? «Pollo viejo», «Hoy es hoy», «Difícil» y «Salitral», con música del guitarrista Tavo Kupinski.

Con producción de Alfredo Toth y Pablo Guyot (más Andrés Ciro), Los Piojos llegaron al estudio Del Abasto –con Alvaro Villagra a cargo de las perillas– con un 80 por ciento del material terminado; allí, y en la quinta que tienen en Paso del Rey, terminaron de redondear las canciones. La grabación fue relajada, en un estado de «concentración mental». La lista de invitados incluye al “Pollo” Raffo, que se encargó de los arreglos de cuerdas, y a “Tucán” Bossa, tecladista de Attaque 77. El packaging, dicen, es sorprendente. Ya es cuestión de días…