A las 22, con quince minutos de retraso, Las Pelotas se subían al escenario de Obras para tocar frente a un público fanático que fue, lentamente, llenando cada rincón del estadio. Ya habían presentado Basta en Ferro pero esto no impidió que durante esta noche una buena parte de los temas pertenecieran al último disco.

Comenzando con «Día feliz» y «Pará con la papa», Alejandro Sokol puso su voz para luego cederle el mando a Germán Daffunchio (que estrenaba un extraño corte de pelo) e ir, así, intercalándose tema a tema. Los nuevos «Como un buey» y «Siento, luego existo» no fueron tan bien recibidos como los clásicos «¿Cuándo podrás amar?», «Uva» y «Esperando el milagro». Mucho antes de los bises, ante una explosión, Sokol amenazó: «La próxima se corta el recital acá»; y al segundo petardo, el temor a que el incidente terminara con la fiesta se apoderó del público. Las luces se prendieron, el conflicto se disipó y Sokol volvió a aparecer, declarando su posición con respecto a la pirotecnia: «Ya fue», dijo y continuaron con el show.


La segunda parte del recital pudo saciar la expectativa de los concurrentes y superar a la primera: Gillespi, aunque esperado, fue el invitado esencial para coronar la noche con «Capitán América», «Hawai» y el aclamado «Sin hilo». Con el clásico de Sumo, «Debede», después de dos horas, Las Pelotas concluían su recital demostrando una vez más que siguen siendo ellos su ley.

Aclaración: anoche estuve presente, y la verdad que la paliza que se comió el TARADO!!! que prendió los petardos no tiene nombre. Automaticamente la gente hizo una ronda y el mismo público presente lo sacó del estado al compás de las trompadas y patadas que le dieron…. Bien merecido!!!!!

Para dar inicio a la quinta fecha de esta nueva edición del Pepsi Music, y luego de las breves presentaciones de Smitten y Bulldog, el último corte de Espíritu, «Regala», abrió el repertorio de La Mancha de Rolando. Ante un Obras todavía llenándose lentamente, la banda de Manu Quieto, tocó durante una hora exacta algunos temas nuevos como «Antes» y «Chino», y otros no tan nuevos como «Mago de la lluvia».

A pesar de estar evidentemente esperando la llegada de Las Pelotas al escenario, la multitud cantó, bailó y explotó ante «Cabrón», durante el cual se agregó a los vientos (las saxofonistas Pollerapantalón) la presencia de Gillespi en trompeta. Para completar el hit, Fidel Nadal subió a rapear este tema que fue mutando hacia «Matador» de los Cadillacs, y terminó en «Andate»; clásico de Todos Tus Muertos. Las obvias declaraciones políticas de Manu fueron el preámbulo ideal para uno de las últimas canciones, la esperada «Arde la ciudad».